HISTORIA DE LAS ESCUELAS DE MAGISTERIO

Las Escuelas Normales fueron creadas por la Ley de 21 de Julio de 1838. La primera se inauguró en Madrid el 8 de mayo de 1839 y, en 1840, comienzan a aparecer en algunas capitales de provincia, tal y como preveía la citada Ley. En 1849 existen 32 y se dividen en Superiores (situadas en las capitales universitarias) y Elementales, además de la Escuela Normal Central, ubicada en Madrid. Las Escuelas Superiores eran regidas por los rectores y las Elementales por los directores de Institutos de Segunda Enseñanza.

En 1857 se establece que se cree una Escuela Normal por provincia y más tarde en 1868 se dispone la obligatoriedad de las Escuelas Normales de Maestras. En 1887 los gastos de las Escuelas, antes sufragados por las Diputaciones Provinciales, se integran en los Presupuestos del Estado.

En 1901, los estudios de Magisterio se integran en los Institutos Técnicos Generales y en 1903, se reponen en las Escuelas Normales, allí donde existían. Por Decreto de la II República, en 1931 se regula la coeducación, el profesorado mixto y se unifican las Escuelas de Maestros y Maestras, que tras la Guerra Civil se vuelven a separar

Hasta 1967 en el acceso a las Escuelas no se exige el grado de Bachiller Superior y hasta el Plan 1971, con la reforma educativa del ministro Villar Palasí, los estudios no alcanzarán el rango universitario y sus estudiantes el título de diplomado.

Albacete

La Escuela Normal de Maestros inicia su andadura en 1841, dependiendo económicamente de la Diputación. La institución fue oficializada en 1842 permaneciendo abierta durante nueve años, siendo suprimida el 30 de junio de 1849 por lo que los alumnos de Albacete pasaron a depender de la Universidad de Valencia. 

A consecuencia de la Ley de 9 de septiembre de 1857 (Ley Moyano) volvió a ser establecida en enero de 1860 con el carácter de elemental, siendo elevada al grado de superior desde el 1 de octubre de 1862, y por segunda vez quedó extinguida el 31 de julio de 1868. En 1888 la Normal de Albacete abría de nuevo sus puertas, pero sus decadencias hicieron que la institución subsistiera hasta 1901 momento en que las Normales fueron integradas en los Institutos. Además, en 1898/1899 la Normal de Albacete perdió la categoría de superior quedando reducida a su grado elemental. 

Esta reforma permanecerá hasta 1914, cuando los estudios de Magisterio son reformados por un nuevo plan, el Plan Bergamín. Durante estos catorce años académicos, los maestros de Albacete cursaron sus estudios en Instituto General Técnico de la capital. Tal y como establecía el nuevo plan de estudios conocido como Bachillerato pedagógico. 

Veinte años más tarde que la masculina, en 1862, surgió la escuela femenina, a la que se le agregó una de niñas para realizar las prácticas. La Escuela de maestras debió desaparecer a finales de la primera década del siglo XX y fue reabierta en 1913, los gastos iniciales correrían por cuenta de la Diputación. En 1930 se creó por Real Orden la escuela graduada de niñas aneja a la Normal.

Al proclamarse la República las dos escuelas normales se refundieron en una sola, instalándose en el año 1933 en el edificio de la calle Carlos IV (Dionisio Guardiola). 

En el año 1972, la Escuela queda adscrita a la Universidad de Murcia con la denominación de Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de Educación General Básica hasta el año 1985 en que se integra en la recién creada Universidad de Castilla-La Mancha. En 1998 cambia su nombre a Escuela de Magisterio de Albacete y en 2010 pasa a denominarse Facultad de Educación.

Ciudad Real

EL 1 de abril de 1842 se inaugura en Ciudad Real una Escuela Normal Superior de Maestros mantenida por la Diputación Provincial. En 1847, esta Escuela fue suprimida y sustituida tres años después, en 1850, por otra con la categoría de elemental, ascendiendo a la categoría de superior en 1860. En esta misma fecha, al amparo de la Ley Moyano, se crea la Escuela Normal Superior de Maestras que se instala junto con la de Maestros en el Convento de San Juan de Dios, actual calle Ruiz Morote.

Simultáneamente a la creación de las Escuelas, comienzan a funcionar las escuelas anejas para la realización de prácticas. En 1901, los estudios de Magisterio se integran en los Institutos Técnicos Generales, pero poco después se vuelve a la situación anterior: la Escuela Normal de Maestras mantiene la doble categoría de elemental y superior mientras que la de Maestros se reduce al nivel elemental hasta 1913, y, en 1914, se unifican los estudios desapareciendo las categorías de elemental y superior.

En 1925, la Escuela de Maestras se traslada al edificio del Instituto en el Convento de la Merced, y dos años después a la calle del Prado. Por su parte, la Escuela de Maestros se instaló en la actual calle La Mata y, como consecuencia de la reforma educativa de la II República, las dos Escuelas se unificaron, aunque se manteniéndose en edificios separados. Terminada la Guerra Civil, la Escuela Normal se volvió a escindir.

En la década de los sesenta del siglo XX, se construyó el actual edificio de la Facultad de Educación para albergar las dependencias de la reunificada Escuela Normal de Magisterio.

En el año 1972, la Escuela queda adscrita a la Universidad Complutense de Madrid con la denominación de Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de Educación General Básica hasta el año 1985 en que se integra en la recién creada Universidad de Castilla-La Mancha.

 La variedad de los nombres recibidos por la Escuela Universitaria de Magisterio de Ciudad Real son un buen reflejo de las circunstancias y vicisitudes que ha atravesado a lo largo de su historia: Escuela Normal Superior de Maestros; Escuela Normal Superior de Maestras; Escuela Normal de Maestros; Escuela Normal de Maestras; Escuela Normal de Magisterio; Escuela del Magisterio Isabel la Católica; Escuela del Magisterio Alfonso X el Sabio; Escuela de Magisterio Pedro Poveda; Escuela Universitaria del Profesorado; Escuela Universitaria del Profesorado de E.G.B.; Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de E.G.B. y Escuela Universitaria de Magisterio.

Cuenca

Inaugurada en 1846, fue instalada en un primer momento en uno de los conventos desamortizados de la ciudad, el antiguo Colegio de Santa Catalina (hoy desaparecido), en las inmediaciones de la iglesia de Santa Cruz. Su primer director fue Miguel Sureda Pérez y durante los primeros años, el número de alumnos rondaba los treinta. En 1860, es elevada a la categoría de Superior.

Fue suprimida en 1868, al igual que sucedería en todo el país, momento en el que se adscribieron a los Institutos de Segunda Enseñanza en los que se daban algunas asignaturas de Magisterio a los alumnos que optaban por esa salida profesional.

La Escuela Normal de Maestras abriría sus puertas, con nivel de Superior, en octubre de 1858, ubicada en el que había sido el convento de San Felipe. En 1869 desaparece y su creación definitiva no será hasta 1903 (Gazeta de Madrid, 14 de noviembre de 1903), con la denominación de Escuela Normal Elemental, ubicada en el edificio de La Merced.

La consolidación definitiva de los estudios de Magisterio, con un plan de estudios coherente, así como la regulación estable de los centros y el profesorado se produce, siendo ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Francisco Bergamín García (Real Decreto de 30 de agosto de 1914).

La República tuvo un decidido propósito de renovación educativa, en 1931 cambia su nombre por el de “Escuela Normal del Magisterio Primario”, momento en el que se produce la fusión de las dos Normales.

Entre su profesorado destacan nombres como el de Rodolfo Llopis Ferrándiz, Mercedes Escribano Pérez, Inés Cutanda Salazar o Luis Bonilla.

En el año 1972, la Escuela queda adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid con la denominación de Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de Educación General Básica hasta el año 1985 en que se integra en la recién creada Universidad de Castilla-La Mancha.

Toledo

El 1 de septiembre de 1845 inicia su andadura la Escuela Normal de Maestros de Toledo en el paraninfo del Instituto (actual Palacio de Lorenzana), en 1849 fue suprimida, y repuesta en 1857 por la Ley Moyano. Un año después su sede se trasladó al desamortizado caserón conocido como Casa de Infantas, en la calle Trinidad. En esa misma ubicación se instaló la Escuela Normal Superior de Maestras, creada finalmente en 1884, después de varios años de tentativas desde 1877.

La recuperación por el Arzobispado de Casa de las Infantas en 1889 obligó al traslado de las escuelas. La  Normal de Maestros se estableció en el antiguo palacio del canónigo Obrero de la Primada ubicado en la plaza de la Cabeza (hoy Abdón de Paz), que fue su sede hasta 1936, y la de Maestras en la calle del Pozo Amargo, donde permaneció hasta 1906, cuando las pésimas condiciones del edificio motivaron su ubicación provisional en el palacio provincial.

En marzo de 1929 se pone la primera piedra de un nuevo edificio para la Escuela Normal de Maestras en La Vega Alta, estrenado en el curso 1934/1935 y desalojado en octubre de 1935 debido a los mútiples problemas que presentaba.

Tras unas obras de rehabilitación, en 1947 el edificio se volvió a ocupar, con la denominacion de Escuela de Magisterio Primario de la Vega Alta, con dos secciones, la masculina San Ildefonso y la femenina Santa Teresa de Jesús, y las alumnas y los alumnos ubicados en zonas distintas. Los problemas del edificio persistían y en 1952 se decidió el derribo del mismo, lo que motivó un nuevo cambio de ubicación, los maestros se trasladaron a la Escuela de Artes y las maestras al Colegio Medalla Milagrosa.

Finalmente en 1959 se inauguran las instalaciones de la Carretera de Ávila, en el Barrio de Palomarejos. Allí permanece hasta julio de 2002,fecha en la que se traslada a su ubicación actual, la del Campus Tecnológico de la Antigua Fábrica de Armas.

En el año 1972, la Escuela queda adscrita a la Universidad Complutense de Madrid con la denominación de Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de Educación General Básica hasta el año 1985 en que se integra en la recién creada Universidad de Castilla-La Mancha.

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